Critica que no se tengan en cuenta la objeción de ciencia y de conciencia. El colectivo presentará alegaciones y enmiendas al anteproyecto de la Junta
El Colegio de Médicos de Málaga considera que el anteproyecto de la futura ley de muerte digna limita el ejercicio profesional de los facultativos, no contempla la objeción de ciencia (aplicar la terapia más adecuada en cada caso) y de conciencia y establece unas sanciones desorbitadas (de hasta un millón de euros) en caso de incumplimiento de la normativa. Por ese motivo, apoya la iniciativa del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos de Andalucía de presentar alegaciones y enmiendas al citado anteproyecto elaborado por la Junta de Andalucía.«Es un tema especialmente delicado. Los médicos somos los primeros que defendemos una muerte digna y nos parece bien que haya un marco legislativo que la regule, pero consideramos que el anteproyecto de la Junta de Andalucía tiene muchos puntos confusos que no podemos aceptar», dijo ayer el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Juan José Sánchez Luque, quien aseguró que en los hospitales malagueños no se practica la obstinación o el encarnizamiento terapéutico Para el presidente de la comisión deontológica del colegio, Joaquín Fernández-Crehuet, «la ley es innecesaria, muy confusa y deja en una situación de indefensión al médico». Según manifestó, una cosa es permitir y respetar que un paciente muera con todas las garantías, sin dolor y con los cuidados paliativos que necesite, y otra bien distinta adelantarle o provocarle la muerte.Sedaciones paliativasEl doctor Fernández-Crehuet afirmó que todos los días se retiran respiradores a los enfermos en los hospitales y se les aplican sedaciones paliativas, pero por criterios científicos. «Los médicos nos hemos formado para curar o, cuando no se puede, por lo menos para aliviar y consolar». Añadió que la objeción de ciencia siempre debe prevalecer en caso de duda y que la objeción de conciencia es un derecho constitucional. Este experto indicó que la sedación paliativa tiene una base científica y se aplica para evitar el sufrimiento y la agonía de los pacientes terminales, pero si se triplica la dosis «es una eutanasia activa». Por su parte, el vicepresidente tercero del Colegio de Médicos y responsable de la unidad del dolor del Hospital Clínico, Francisco Linares del Río, denunció la falta de medios que sufren los médicos que aplican los cuidados paliativos. «En verano, en mi unidad, estoy solo; el resto del año somos dos profesionales. La Junta lo que debe hacer es potenciar los cuidados paliativos, tanto en los hospitales como en los domicilios de los enfermos, y no poner parches que no solucionan nada». Apostilló que ha visto a miles de enfermos terminales y ninguno le ha pedido que le acelere la muerte.Para el coordinador de los servicios jurídicos del Colegio de Médicos, José Enrique Peña, el sistema de infracciones previsto por la Junta contra los médicos que no cumplan la ley es «desmesurado y desquiciante». Explicó que por ese motivo se presentarán alegaciones.
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